Cuando Leopoldo Alas Clarín interrogó a su amigo Galdós sobre la construcción de Doña Perfecta, el escritor confesó haberla escrito "a empujones, a trozos, como iba saliendo, pero sin dificultad".3 El propio Clarín, años después de aquella "confesión", se planteaba serias dudas sobre la 'impremeditada elaboración' de la novela. Sí es cierto que nació como novela de encargo y que, solicitada por su paisano Fernando León y Castillo para amenizar las páginas de La Revista de España, casi fue apareciendo a medida que la escribió; pero las "innumerables tachaduras de palabras y párrafos" que muestran las páginas del manuscrito conservado son testimonio —como analizan galdosistas como Pedro Ortiz-Armengol— de "lo cuidadoso que era Galdós en escoger palabras y en organizar su narración".
A lo largo de su génesis, Galdós cambió nombres de personajes, lugares e incluso (como ocurrió en otras novelas suyas como El audaz y La fontana de oro) modificó el final de la historia poco después de habe
RELATED BOOKS
The Haunted and the Haunters; Or, The House and the Brain